RECIÉN NACIDO Y PERDÓN

Recientemente hable con un amigo que aparentemente estaba preocupado con los delitos de su pasado. Estos sentimientos sin resueltos son los que como cristianos nos causan muchísimo daño. Después de uno ser salvo los delitos de nuestros pecados han sido perdonados. Después de ser perdonados quedamos mas blanco que la nieve. Sabemos, que para quedar mas blanco que la nieve tiene que uno estar bastante limpio. Lo que quede mas blanco que la nieve tiene que haber sido el toque de la gloria de Dios. Imagínense poder quedar mas blanco que la nieve. Esta imagen me recuerda la explicación de la transfiguración de Jesús. Allí estuvo y de momento su cara como un relámpago y su vestido resplandeciente, muy blanco. Los discípulos estuvieron con Jesús mientras hablaba con Moisés y Elías. Los discípulos se quedaron tan espantados que deseaban edificar tres enramadas, una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías. En esta transfiguración, la santidad fue tan fuerte que los que estuvieron con Jesús solo querían dar alabanzas.

¿Entonces porque, se nos hace tan difícil como creyentes saber que nuestros delitos puedan ser perdonado, purificados, limpiados, y resultar mas blanco que la nieve? ¿Será que el amor de Dios es tan poderoso que la nieve? ¿Será que el amor de Dios es tan poderoso que causa la reacción de nuestras almas? Solo esos que aman pueden perdonar. ¿Cuál es la dificultad en aceptar perdón?

Es claro que alguna vez en nuestra vida ha ocurrido algún tipo de maltrato. Todos hemos sentido el aguijón del pecado. A veces será el fracaso causado por nuestros padres, novia o novio. A veces el recazo y irrisión de una figura autoritaria en nuestras vidas. A lo mejor algunos hemos sido falsamente acusados. Quizás estas acusaciones falsa han perjudicado nuestros trabajos, amistades, o algún tipo de perdido fináncialo. La Biblia nos dice que todos hemos pecado y llegado corto de su gloria. Todos hemos sufrido por el pecado de otros y hemos sido corto de la gloria de Dios. Pecado es la causa de no alcanzar el aspecto "mas blanco que la nieve" en la gloria de Dios. Nos sentimos llenos de ascárides, intranquilidad y inseguridad. Recordando nuestros pecados es lo que nos causa gran desesperación. Quisiéramos no haber hecho algunas de las cosas en el pasado. Sabemos que no podemos deshacer estas cosas y deseamos tener uno oportunidad para empezar de nuevo.

Esto es normalmente una manera del humano pensar, en el transcurso de culpabilidad. Normalmente el humano reaccionara de seta manera al pecado. Hay sentimientos de remordimiento, culpabilidad, segunda oportunidades para poder hacer las cosas mejores. Esto es lo normal, humano, y correcto. ¿Entonces como vivimos sabiendo que somos perdonados, tiene conciencias limpia, gozos indecibles o llenos de gloria? Miremos a los que viven bajo pena de muerte. Muchos proclaman ser inocentes y los culpables, también se pasan por inocente. De única manera que una proclamación de inocencia sinceramente puede ser hecha, es si en verdad eres inocente. Por ejemplo, una persona ser condenado bajo pena de muerte, después proclamado inocente y ahora liberado, sentirá que al fin lo debido ha llegado.

Ahora digamos que han liberado una persona culpable de bajo pena de muerte. Digamos que el gobierno le diga al prisionero que aun él es consciente de su culpabilidad por razones de ordenes oficiales han decido soltarlo. No por razones de buen comportamiento, no-reducción por tiempo ya servido, ninguna razón, solo oír, "Eres perdonado y libre, te puedes ir." ¿Cómo puede esta persona aceptar libertad inmerecida? El prisionero pensara que es una broma, es que quieren mirarme la para él contentarme para después decirme no solo no soy libre pero también le hemos añadido al tiempo o proponiendo que al salir de las puertas me acusen de escaparme y me maten a balazos. Tal vez él acepte ser libre pero después viva embrujado con pensamientos de merecerse la pena de muerte. ¿Podrá esta persona vivir con la carga de este pecado con su pecado y su condenación?

La repuesta es "¡SÍ!” Todo es posible con Cristo que nos da fuerza. Uno puede perdonarse por todo lo mal que ha hecho. Usted se puede perdonar por una vida de pecado. Si no fuera posible entonces Jesús hubiese sido peor que un carcelero engañoso. Él nos dirá que somos perdonados sin ningunos significativos. Pero sabemos que Dios nos ha preparado y es perfecto en todos sus hacerse.

Al caminar con Dios habrán muchas oportunidades de dudar y condenarse, uno mismo. Habrán momentos de sentirse indigno de paz, y el gozo que nos llena con el perdón de Dios. Dios es consciente que estas cosas pasan. Dios sabe que ustedes desearían otra oportunidad para poder hacer las cosas bien. Él nos dará los deseos de nuestros corazones.

En la Biblia hay un cuento de la mujer Maria que trajo un frasco de alabastro y ungió a Jesús de la cabeza a los pies. Los fariseos que convidaron a Jesús miraban a los pecados. Jesús le cuenta una parábola a Simón de dos personas quienes fueron perdonados. Uno fue perdonados por pocos pecados, el otro por ambos pecados. Jesús entonces le pregunto a Simón de los dos cual amara más. Entonces Simón respondió aquel con ambos pecados. Esto es correcto. Los de ambos pecados son más conscientes y agradecerán mas aquel que los ha perdonado. Ellos desearan de toda forma poder complacer al Señor como el perdonable.

Si sientes, que vives en condenación por los delitos de tus pecados, es tiempo que sepas que el perdón de Dios es perfecto. Él restaura en ti, gozo. Él busca ese sirviente que por el agradecimiento del perdón de ambos pecados quiera servirle a Dios con todas su fuerza. El motivo del un amor profundo y poderoso. Él busca ese pecador que ha sido salvo por la incomparable gracia del Señor y no solo por tus obras buenas.

¡Él te busca a ti!

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